3 de junho de 2011

9:00


Clama metropolitano el sol,
claman las persianas que olvidaste cerrar,
incluso las cortinas que no cortan la luz.
Me sé bien despierto, te sigo en esa actitud:
cerrojo en los ojos, duermevela corazón.
A las nueve,
el desierto salvaje está en el metro de Madrid.
Prefiero la cama;
que otros intenten vivir.

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