30 de março de 2010
Barcelona, ara ja no és hora
Barcelona,
a treita y uno de marzo,
se suicida en Montjuïc,
en este día,
décimo del año
después de siglo.
Algún rascacielos
de espejo azul
sobrevive a las calles del Raval,
donde los moros
trabajan la vida,
y el sexo se mantiene
como un trabajo estable.
Una lluvia de flores en la rambla
quema lienzos de Joan Miró.
No niego que en otro tiempo
os vuelva a recorrer,
calles de Barcelona,
como un charnego trashumante,
pa amb tomàquet,
sexo a deshora.
Barcelona es simple espasmo,
un movimiento involuntario,
un lanzamiento al vacio,
y de vez en cuando, amor.
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