15 de outubro de 2008

La democracia provoca somnolencia

Recuerdo que, un dia a la salida de la uni, una encuestadora me pregunto si creía en el mito de que la juventud no se preocupa por los problemas que les rodean. No sabía qué contestar, no sabia si contestar lo que personalmente pensaba o contestar sobre como veía en general a los jóvenes españoles.

Pensándolo mejor, sí creo que la juventud no se preocupa de lo que le rodea (al menos la mayoría), pocos jóvenes son críticos con las cuestiones de hoy en día. Esto se debe (en parte) a que la democracia (semidemocracia) que vivimos amuerma las mentes. Esa idea de que con el éxito de la democracia se ha conseguido el mayor logro social es la que adormece el espíritu crítico. Parece que nos tienen que quitar derechos, que nos tienen que tapar la boca para que los jovenes se muestren, se reivindiquen.

Se piensa que en democracia todo está bien, nadie nos engaña, el capitalismo nos ampara y se vive mejor. En parte si, pero si perdemos ese espíritu crítico, nos anestesiamos con la democracia. Como nos dejan decir todo lo que pensamos, en realidad no decimos nada. Será cierto eso de 'prohíbile algo a un joven para que lo haga y permíteselo para que pierda el interes sobre ello'.

No pido estados autoritarios para despertar las mentes, pido mentes despiertas para frenar los estados autoritarios (que tambien los hay bajo la etiqueta de 'democracia'). Es por esto que alabo y admiro los jóvenes críticos y con ideas fundadas (sean del tipo que sean).

Cambiando un poco de tema, hoy tras una conversación con los compañeros de clase sobre los grupos ultras en el futbol, fui el único que defendió que no todos los grupos ultras son iguales (quizás equivocadamente). Después, Almu me dijo algo asi como que no todos debían pensar como yo. Esto me hizo darme cuenta de algo, y es que, ¿Cómo voy a querer que los demás opinen como yo, si ni siquiera estoy seguro de que lo que pienso sea cierto?. Es decir, cómo puedo intentar dar a entender que los demás tienen una idea equivocada sobre algo si ni yo estoy seguro de que mis ideas no estén equivocadas.

Es bueno cuestionarse de vez en cuando por qué pensamos lo que pensamos, y no dejarnos llevar por la idea de "estas ideas son mis ideas y nadie las va a cambiar".

Open-minded