25 de dezembro de 2010

El camino pausado


Son mis pasos lentos y silenciosos,
de un sonido que tan sólo yo escucho.
Mis pasos, milenarios, siguen caminando
desde que el mundo es mundo,
y el filo de mi tierra final del mismo.
Es mi recuerdo el mejor legado:
mis letras bañan las gargantas y lenguas
de personas nobles, cultas, generosas.
Puedo divisar a mi izquierda
la acuosa inmensidad azul,
el jardín marino que nutre de labor a mis hijos
y viste de codicia a mis hermanos.
Bajo mis pies tengo la tierra desheredada,
la hermana que huyó pronto de casa,
el espejo donde verme reflejada.
Si giro mi vista hacia la derecha,
la vacía inmensidad me atormenta;
presiento avecinarse una lluvia imperativa,
escrita en una lengua que no alcanzo a comprender.
Diestramente se avecina una tormenta.

La paciencia me otorga la capacidad
de discernir entre sus discursos y mis razones:
ellos escriben, yo lo grabo en mi cuerpo.

Tengo en mí la ventaja de la calma,
la lentitud de mi piel y mi fauna.
Mi pasado me otorgará la razón futura.
Llegado su momento alzaré mi voz,
mis hermanos comprenderán
que mi origen es puro,
que mi presente es pasado,
que mi futuro está por escribir.
Yo doy significado a la paciencia
Soy el silencio que no calla,
la necesidad de volver, la huida obligada.

Solo hay una forma de sentirme, maternalmente.

20 de dezembro de 2010

Jean Genet, 100 años.


Porque no sólo de Miguel Hernández vive un siglo, en este 2010 cabe recordar también el centenario del nacimiento de otro de los grandes hombres de nuestro tiempo, Jean Genet (19/12/1910 - 15/04/1986). Genet, un genio que tomaba la rebeldía como la única actitud vital posible.

La vida de esta mente creadora francesa está p
lena de sucesos dramáticos que marcaron el devenir de su obra literaria. Genet es hijo de una prostituta parisina, la cual lo entregó a la asistencia social antes de que el propio Genet cumpliera su primer año de vida. Tras su paso por casas de orfandad y familias de acogida, Genet pasó la mayor parte de su adolescencia en prisiones juveniles de Francia por numerosos delitos de robo.


Para intentar salir de esta espiral de robos y castigos penitenciarios, Genet, con 18 años se alistó en el ejército. La experiencia militar no le fue muy longeva, pues al poco de ingresar en el ejército francés, Genet fue expulsado súbitamente tras ser visto en actitud homosexual con un compañero.

A partir de aquí comienza para Genet un camino que le convierte en vagabundo, ladrón y chapero por múltiples rincones de Europa. También Genet visitó nuestro país durante ese periodo, concretamente las calles de Barcelona. Juan Goytisolo retrata esta estancia de Genet en Barcelona en un libro que vio la luz el año pasado, "Genet en el Raval".

Genet transitaba su vida entre la mendicidad y la escritura de unos textos de gran nivel literario e intelectual. Tras sus múltiples delitos por toda Europa y sobre todo en Francia, Genet estuvo a punto de ser condenado a cadena perpetua, hecho que fue evitado por las múltiples amistades que el intelectual francés cosecho durante este periodo. Fue gracias a Jean-Paul Sartre, Jean Cocteau, Pablo Picasso y otros personajes de la vida artística e intelectual frances, que Genet recibió su indulto.

Jean Genet, un grande de nuestro siglo; un autor que pasó de la plena mendicidad a codearse con las mentes más prodigiosas de su tiempo.

Genet recibió en 1984 el Premio Nacional de Literatura de la Academia Francesa.