21 de janeiro de 2010

El deseo de lo inalcanzable


Es bueno que las ilusiones
nunca se hagan realidad,
que la realidad ilusione
sin llegar a cuajar.
Es entonces lógico
sobre lo deseado dudar,
perder la esperanza,
cansarse de sembrar
esqueletos sin cuerpo,
árboles sin hojas,
países sin conciencia,
revoluciones utópicas,
y algún que otro poema.
Es necesario tener siempre
algo por lo que vivir,
aguantar sin quemarlo,
desear lo inalcanzable,
mas nunca alcanzarlo.

18 de janeiro de 2010

Mortal de necesidad


Creo que ya no te necesito.
Eso dicen mis versos,
aquellos que hace meses que no escribo.
Hoy te he mirado,
no por necesidad, menor desamparo;
insisto, hoy te he mirado
y apenas te he visto.
Mis pies he vuelto a descalzar,
sintiendo aquello que piso:
la suavidad de terciopelo en las alfombras,
la límpida esencia del suelo del mar,
tambien siento la incisiva grieta del vidrio,
incluso, a veces sobre la nieve, el frío,
calor de la sangre que empieza a congelar.
Así, un cúmulo de sensaciones
vuelven a rencarnar;
los zapatos,
el lastre que te vas a llevar.
Hoy te he mirado,
y creo que ya está.
Lo efímero, prolongado,
termina mortal de necesidad.
Creo que ya no te necesito,
pero no me permitas dudar;
torna en amistad, ciégame el instinto.
Si te vuelvo a mirar, si no cierras el grifo,
quizás te vuelva a necesitar:
mortal de necesidad.