24 de março de 2013

Santo Amaro, dal cielo arrivato,
vieni con noi adesso che si fa sera.
Aquí tu país, aquí tu reino,
tu reino por un caballo.
Santo Amaro, busca el sol a través del océano;
tempestades te han visto ante el paraíso.

Química salmuera, cal húmeda, restitución;
diversidad biodegradable.
Acústico invisible trance,
taciturno, producto deshechable.

Chance, canje, trasvase.
Aquí mi fusil, aquí mi pistola,
Están arrancando tus rosas,
quizás un león, quizás un doncel.

No te sueltes cadenas,
veras que el daño nunca es en vano,
como entristecen nubes de otoño
la ausencia de su verano.



Nunca me rindo,
si acaso provoco algún que otro
fracaso voluntario.


El discurso político

Querer ser voz de voces
es vocear al silencio,
levantar la mirada,
sentar ideas al cielo,
defecar oidos
que observan
tu ano desde el suelo.
Ser voz antes que ser palabra
amasa a la masa,
calza la mesa,
destruye la esperanza
de ser humanos.

Diógenes

Por ahí, entre cajas de cartón duro,
bajo esos papeles que olvido al fondo,
busca en algún hueco, te encontrás.
Te guardé hace unos años,
en otro ataque de diógenes, bien lo recuerdo.
Tengo el rincón ya repleto,
pero bien diferencio tu cuerpo del resto.
Ni tan escombro ni tan común,
ni tan varón ni tan deshecho,
casi hombre, sin resultar algo violento.
Vuelves en su reclamo,
ahí lo tienes, ya no lo amo.
Llévatelo, algo encontraré debajo,
pero antes ven y dime:
¿Acostumbras a morir matando?
No te asustes, ya lo estoy dejando,
esos muertos los trabajé antes del verano.
Ahora me dedico a algo mas arriesgado:
el mundo de los vivos.