En honor a una muerta anónima.
En mitad de mi calle lunar,
lumpanar, termitas de hormigón,
reluce el oro de una manta térmica.
Se ha callado el semáforo de la plaza,
se ha callado el pan de cada día,
se ha callado el silencio de anáfora.
Los barbitúricos bailan, al son del esternón,
tangos y tangas
entre espadas y tragasables.
Llueven gotas de arena sobre Madrid
doliéndome en el orgullo propio,
y el ajeno que no me representa.
El reluciente óxido es oxímoron,
que nubla la vista y desluce al Sol.
La noche desvista el ojo de buen cubero,
no es noche ni es vista la paja en el ojo ajeno.
Crimen en el nombre de Cristo,
siete crisantemos en su honor.
Agrede a la muerte con más vida.
Traduce el poema a Dios.
2 comentários:
El surrealismo mabakeriano da buenos frutos, las visiones ciudadanas nocturnas aún más. Tu cabeza es una antología poética esperando reventar, cuando los niños callan lo que los hombres aguantan, y es que ponte los zapatos de tacón y taconea, el anglopoeta espera que lo perviertas, ven a hacerlo, ven ya, tengo hambre cámara acción, el precioso libro negro eres tú serás tú una mitad y después lo celebraremos en París gritando Adiós Babilonia por las calles de Santiago, alameda, alameda, viejas sucias son estatuas, estatuas del barça, Juan Ramón siempre hablaba en Jota y los Skoda dan cosica.
Conforme cuelgo te lo miro, un besito, hasta luego.
Constantemente me sorprendéis. Es imposible que os admire más de lo que os quiero. Ahora hay que publicar en papel. Gracias.
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