16 de dezembro de 2012

Sur

Sueña el sur con nuestra rutina,
y pide clemencia salvaje a Dios,
cualesquiera sean, tienen en sí
oculto misterio en su hinchazón; 
cruel antojo de vacío ulterior.
¡Qué aguijón inyectase este amor!
Me urge portar ahora esperanza
que llegue como botella a su playa,
río, lago, mar o montaña.
Algo deben tener de nuestra ausencia,
por presente tan plenos estamos,
mas su vacío otorga conciencia,
pues tras estas montañas innobles
no vemos sino dulce codicia,
anhelo de futuro, de colinas mayores.
Siento en este paso
marchar la vida conmigo,
y apenas tengo dos manos,
piernas, cabeza y brazos; 
si hayan mismos bienes naturales
¿Por qué disfrutan felicidad
mientras amanecemos deprimidos, 
teóricos seres racionales?
No busco culpables, maldita sea la ceguera,
muerte que trabajas en latitudes inferiores
no ver tu mal no es mal de nadie.


23 de novembro de 2012

Dime amor, 
por qué grita la sangre en tu piel
con un paisaje de puntos amotinados;
dime, dime si fui yo quien no te mató bien.

Fracasé en este brindis por los niños
que juegan bajo mis bajas pasiones,
fracasé en procrear por creerme Dios;
lo intentamos como últimos habitantes,
y a tu vientre no llegó ningún invasor.

Dime amor, contra natura concebido,
dime porque eres un perro andaluz,
sin vocación de barbero; seré sincero, 
he visto aterrado tus afiladas cuchillas, 
y he sentido debilidad por rozarte,
cortarte entre temblores esas pupilas.

Si algo hicimos mal, amor,
no salgas de la cama, duerme,
duerme un sueño tan profundo 
que te haga rozar la muerte,
duerme y huye de este mundo.

Mátame con ansia y sin duelo
antes que la muerte anuncie su pleito.







18 de novembro de 2012

Azul

Azul, viento del norte,
vuélame los miedos,
dispara contra el ego,
atorméntame;
azul, azul yo te quiero.
Del azul vengo,
de tu azul me lleno.
Cúbrete de azul,
llévame a las puertas del infierno.
Nunca te tiñas, puro azul,
lapislázuli, primario, frio.
Vuela azul, 
has visto mis peores temores,
puedes llover sin miedo,
no necesito tus duelos,
busco embriagarte de lleno.
Azul, el hielo que quema,
los labios huidos,
este río de vida, este amanecer.
Este azul eres tú,
tratando de permanecer.
Ve tejiendo, azul, 
una tela a la que des nombre,
abriga este tiempo de hastío.
Huye del mundo,
pero hazlo conmigo.





23 de setembro de 2012

Inventario

Tiene la ciudad 
águilas en los ventanales,
algunas calles con adoquines perdidos 
para pies despistados, 
para ciegos recién levantados.
Tiene la ciudad ventanas apagadas 
y luces abiertas,
un cielo desconocido,
varias noches en deuda.
En el debe la emigración,
en el haber su dinero,
en las casas el miedo, 
en las calles el sueño.
En algunos parques 
hay perros sacando a sus dueños,
y hay otros parques de cemento,
y edificios de yerba.
Se encuentran en el centro 
fuentes apagadas, 
figuras mitológicas, coches, bicis, 
cosas con dos patas.
Tiene luces, confusión de carteles, 
robos de carteras,
risas en el duelo, bellas mujeres, 
bellas sus piernas.
La ciudad guarda en dos calles la mentira,
una mira al norte 
y la otra olvida a quien la mira. 
Tiene la ciudad más mentiras, 
entre otras, la vida.
Lo que no tiene esta ciudad es conciencia de sí,
altavoces por las calles 
que anuncien que hoy es jueves,
que llueve nieve, 
que el humano de hoy aun muere,
que mañana será viernes,
que quizás también será trece.
Le falta a esta ciudad 
más gente desnuda,
más vicios, el sol y la lluvia, 
menos miedo, 
y sobre todo, 
aunque se vea muy negro,
un agujero hacia el cielo.


Un instante de infinito,
aquí, paramos, ahora nosotros,
coetaneos, contemporaneos.
Infinidad de muertos,
anonimato de su tiempo,
labran nuestro día,
esclavos para nuestro presente,
maestros eternos;
masa que trabajó por el legado.
Masa, legado, continuamos.
Mirar atrás obliga a temer la vida,
¿Qué instinto tan violento es aquel llama
a trabajar por quien no conocemos?